Petit tiene nueva maqueta. Buenísima, por cierto.
Esta semana tomaba un Laccao y un crespell de chocolate con
Joan mientras hablábamos sobre sus canciones. A él, que tiene a
Wilco, a
Bruce Springsteen y a
Neil Young en el punto de mira, no deja de sorprenderle que canciones (temazos) como
Empty o
Slowly me recuerden a grupos tan alejados de su mundo como
The Pastels. Mi teoría es que ellos, como mis queridísimos primeros Pastels, se inspiran en la música americana para adaptarla a su entorno, a su historia personal y a los medios que tienen a su alcance, para acabar sonando a cualquier otra cosa menos a lo que los inspiró en primera instancia. Afortunadamente, porque ésa es la manera de trascender, aunque sea mínimamente, y huir del mero homenaje.
Y luego está la mirada del espectador. Seguro que escuchas
Empty , o
Slowly, y no te recuerdan a The Pastels. ¿En qué estará pensando este tío?, te preguntarás. Incluso, cambiarás la palabra
tío por la palabra
payaso, o por algo peor dependiendo de tus simpatías hacia mi bigote. Pues es bien sencillo: está pensando en que todos (críticos, payasos y público en general) relacionamos la música que escuchamos con lo que nos gusta, nos rodea o forma parte de nuestro personal acervo cultural, si es que tenemos algo que se pueda llamar así. Cuenta
Joan Cabot en su blog que le pasa lo mismo con
Antònia Font y
The Flaming Lips: según el siempre lúcido discurso de
Joan Miquel Oliver, Cabot los compara con el grupo de
Wayne Coyne "para poder justificar de alguna manera que le gusta Antònia Font".
En el fondo, aunque te dediques a comentar la obra de otros, siempre estás escribiendo sobre ti mismo, sobre tu vida y sobre tus gustos y obsesiones. En las buenas entrevistas, en las críticas y en las reseñas de discos, el crítico musical deja entrever más retazos de su vida de los que le gustaría reconocer, y yo pienso que eso es bueno. Mandemos, pues, a la mierda a la objetividad (¡a la mierda!), y escuchemos a Petit: es probable que no te recuerden a The Pastels, pero sus canciones tienen magia, y eso es lo que importa.