viernes, agosto 15, 2008

Hoy ha llegado el otoño a Berlín, así que nos vamos. Pero aún nos quedan unos diez días de vacaciones. Ayer vimos a Yeasayer en el Lido. Igual que la primera vez que les vi, en octubre pasado, por momentos me parecían buenísimos (cuando acertaban con el toque psicodélico en su folk futurista, entre Animal Collective y unos Vampire Weekend alucinados), y por momentos me aburrían soberanamente con sus desarrollos que no llevaban a ninguna parte. Eso cuando no me daba la risa: hay cosas de Pink Floyd y del peor rock progresivo que no es necesario recuperar. No si tienes veintipocos años. Cuando ya nos íbamos, a nuestro lado estaba el cantante de Voxtrot, que ya parece integradísimo en la ciudad.
Como ahora tengo un flamante iphone, os dejo una foto del concierto.



Anteayer estábamos en una barbacoa en Mauer Park, con los majísimos Nando y Silvia de Poti Poti y otro montón de gente amiga -incluidos algunos afortunados encuentros casuales-, cuando recibí un mensaje desde Madrid: sales en la portada de una revista coreana. No me lo creía hasta que llegué al hotel -esto de que haya wifi gratis en todas partes es una bendición- y me vi con esa cara de malote. Están locos, estos coreanos.

viernes, agosto 01, 2008

En esta primavera eterna que es el verano gijonés se me han juntado en pocos días tres discos excelentes, que comparten además de la procedencia el marchamo de la independencia radical: todos autoeditados por los propios artistas (luego hechos con todo el cariño del mundo) y todos editados en vinilo, por supuesto en edición limitada y numerada. Hablo de los discos de Indienella (Luis Mayo y Sofía -guitarra, batería y voz- reivindicando a Beat Happening y recordando a Incrucificables), Chiquita y Chatarra (bajo, batería y voz, más alguna guitarra, con un sano y refrescante espíritu riot grrrl y actitud a chorros) y Angel Kaplan (éste más barroco pero igualmente atractivo, folk-rock bonito de inspiración psicodélica, con profusión de arreglos muy acertados). Ahí les he dejado los myspace, pero lo bonito de estos discos es tenerlos, que son vinilos, son grandes y suenan bien cuando giran en el plato.
La de arena la pusieron ayer noche dos pringados que me jodieron el concierto de otro vinilístico, AA Tigre, en la Víctor con sus comentarios supuestamente graciosos. Lo peor no fue que nos reventasen el concierto con un mal gusto y una falta de respeto que me pusieron de muy mala hostia. Lo peor fue que nadie -especialmente la gente del mismo bar- les dijese nada.
En fin, hoy toca Francisco Nixon enfrente de casa, luego los Right Ons en el ye-yé. Mañana Montañas y Los Punsetes en Oviedo, y pasado The Pretty Things de nuevo en el ye-yé. Aburrirnos, no nos aburrimos, desde luego.