Ya que estamos hablando de fichajes de gente que merece mejor distribución y popularidad mundial, me hago eco de la noticia que acabo de descubrir en la red: Humbert Humbert acaban de fichar por Subterfuge. No soy muy asiduo al universo fotolog, pero hoy estoy haciendo tiempo en la radio, mientras empieza mi programa, y he visto la noticia, con foto incluida inmortalizando el momento, publicada por Miguel en su fotolog. Me alegro de que Carlos esté dando el paso y se fije en lo que se cuece en el underground, que últimamente está muy interesante. Puede que el apoyo de una compañía grande no lleve a nada, pero por lo menos se abre ahí una posibilidad de que mejore la cosa. Lo bueno es que pronto habrá disco de los Humbert, y que podremos encontrarlo (¡no como ese maxi fantasma que no hay manera de pillar!).

La buena noticia de la semana: The Pipettes han fichado por Memphis Industries. Dónde mejor iban a estar que en el sello de The Go! Team. Por fin podremos disfrutar de la música de estas chicas en discos con una distribución más extensa (hasta ahora sus dos singles eran muy difíciles de conseguir por estos lares).
The Pipettes son tres chicas que, respaldadas por un grupo de chicos (hay quien dice que en realidad son un montaje, y que las chicas son sólo fachada), visten todas vestiditos negros de topos blancos y bailan coreografías mientras cantan canciones que rinden homenaje a Phil Spector pasándolo por el filtro de The Action Time o Comet Gain, incluso de los primeros Dexys Midnight Runners. Con esos referentes, cómo no me van a gustar. A mí y a Diego Cano, que ha sido quien me ha pinchado para que actualice de nuevo.

Era la primera vez que Urusei Yatsura actuaban en España, antes de que el escenario principal del velódromo de Benicàssim quedase a pocos centímetros de sus cabezas. Sería el año 96, supongo.
Fui a buscarles al aeropuerto, estuve con ellos durante la prueba, y les acompañé a cenar antes del concierto. Salimos a un bar de tapas cercano a la sala, y me sugirieron que escogiera yo los platos.
Cuando salió el pulpo a la gallega, no pude evitar el comentario chauvinista: ¿sabéis que en Mallorca, de donde vengo, al pulpo se le llama Pop?
¿Y cómo se llama en español?
Pulpo.
¡Pulpo! ¡Qué palabra tan sonora! ¡Pulpo!
Unas cuantas cañas más tarde, los cinco brindábamos con alegría al grito de ¡pulpo!
Varios años después, hojeando una revista americana (probablemente Puncture, qué buenos momentos me dio siempre esa revista), vi un anuncio del recopilatorio que reunía los primeros singles del grupo, una edición especial para el mercado americano. No me lo podía creer. El título del disco era: Pulpo!.

En el aniversario de La Fàbrica de Licors (una galería especializada en fotografía y artes visuales de Palma) estuve viendo en directo a Phogo, un grupo que va del punk al dub sin esfuerzo aparente. A veces recuerdan a Bad Brains, pero no se quedan ahí. Como dice Evarist, Phogo pueden tocar junto a cualquier otro grupo, de cualquier estilo -pueden tocar en cualquier sitio, añado yo- y nunca desentonan. Los ramalazos hardcore se agradecen de vez en cuando, pero lo que más aprecio de Phogo son los pasajes dub con melódica y ecos infinitos. Desde que no llevan guitarrista, la formación es escueta pero perfecta para su propuesta: batería, bajo con distorsión y un cantante de espaldas al público, manipulando el pedal de eco y algo parecido a una caja de ritmos antediluviana con ruidos pregrabados. El resultado puede ir de Bad Brains a Beastie Boys, de Lee "Scratch" Perry a The Jesus And Mary Chain o Sonic Youth, con un sonido lisérgico y muy experimental.
Hubo gente que no aguantaba las descargas de ruido y abandonaba la plaza de Santa Eulàlia (me encanta que haya conciertos al aire libre al lado de casa) para refugiarse en las intrincadas salas de la Fàbrica, donde por cierto exponía Gato (batería de Phogo, en el pasado lo fue de los míticos Fun People) sus stencils. No entiendo cómo puede haber gente que valore y aprecie el arte abstracto, la vanguardia y las nuevas vías de expresión artística, y no se den cuenta de que lo de Phogo es eso, puro arte de vanguardia. Están a años luz del resto de bandas de punk que puede ver uno hoy en día.

En 1931, Evelyn Waugh escribió unas líneas que, a la vista del comportamiento de ciertos medios, me parecen terriblemente actuales: Almost any London newspaper, today, would prefer an incomplete, inaccurate, and insignificant report of an event provided it came in time for an earlier edition than its rivals. En fin, que la cosa viene de lejos.

No he podido ver a Nadal ganando Roland Garros (¡en su primera participación en el torneo!), porque tenía cerrar los flecos de la inminente gira de Giant Sand. Pero a cambio, ayer estuve en la botadura oficial de Mareo III, la barca de Toni y Alberto. Tiramos la barca al mar, nadamos un rato esperando la ayuda para su remolque (el agua está aún muy fría, pero fue un placer), navegamos una corta travesía hasta el amarre y fuimos a comer en hermandad y buen rollo comunitario.
Por la tarde ejercí de jurado en el concurso Musicnauta, en Ses Voltes. Tomando el café en el Panorámica (restaurante semi-secreto que hace honor a su nombre y en cuya privilegiada terraza siempre hay sitio), casi se me hace la hora del concurso. Un poco más y tengo que ir en bañador.
Ahora estoy escuchando una vez más el disco de Señor Chinarro, hace semanas que tengo que entregar la crítica. Pero qué bueno es este disco, me tiene enganchadísimo.