miércoles, septiembre 27, 2006


Este señor con pinta de gángster fue mi primer barbero. Allí me cortaba el pelo con regularidad, me reía con las tertulias de los paisanos y con el eterno puro que colgaba de la comisura de sus labios. Allí fueron también mis primeros encuentros furtivos con las señoras desnudas de las revistas, cuando mi madre me dejaba esperando y se iba a hacer algún recado.
He encontrado la foto en un catálogo del estudio de diseño Think Big, y no me he podido resistir a subirla.

lunes, septiembre 25, 2006

Más efectos benignos del Centremàtic: Barbara Buchholz vuelve a Mallorca en octubre para ofrecer un taller de theremin y varios conciertos dentro del festival Ping!. Además, Barbara hizo tan buenas migas con Isan que estos van a colaborar con una canción en el próximo disco de la thereminista. Si a esto le unimos lo del concierto de Damo en Bilbao, uno se queda más que ancho y con ganas de empezar a dar buenas noticias para el año que viene. Porque tengo buenas noticias de bolsillo esperando confirmación...

viernes, septiembre 22, 2006



Damo Suzuki acaba de enviar su newsletter, donde cuenta sus aventuras del verano. Copio y pego su relato del concierto en Centremàtic (me hace mucha gracia su estupor ante lo relajados que somos los mallorquines, ¡eso iba por mí!). La próxima ocasión para verle en España será el 22 de diciembre en Bilbao, como parte del excelente festival MEM, respaldado por un grupo que está formando para la ocasión Rober! de Atom Rhumba.
Ahí va la crónica del Chino, como le llamaban los de Phogo.

July 11 2006
Spain
Palma de Mallora
Centre de Cultura Sa Nostra

Arrived last night.
Mallorca means for European (Specially Britisch and Germans ) as Bahama for Americans, Hawaii for Japanese. It has long tradition of beach tourism since 100 years as weather here is guaranteed.
Ive been performing not that much in Spain. Spain is good for Heavey Metal and Flamenco...I say. Also its not easy to book as I dont understand the language.
The band perform with me tonight is called Phogo, a punk band from Mallorca, they speak only Spanish.
And they were very exiting.
We were quite early there for sound check, relaxing and stay in cool venue...Outside is very hot summer weather.
Also I dont know what is happeining. Everybody is so relaxed.....No wonder live in such weather!!!!
This is a festival performance held at art space and free entrance sponsored by bank. I had not listened to other acts, was together with Phogo boys. and ouside is getting better than fulled up inside.

martes, septiembre 19, 2006



Pero qué maravillosamente extraños eran The Sugarcubes, como unos B-52's de hielo. Recuerdo especialmente escuchar casi con miedo las versiones en islandés de las canciones de su fantástico primer disco, amparado en la oscuridad de mi habitación de madrugada: los ponía Chema Rey en el Diario Pop nocturno, cómo han cambiado los tiempos.
Ahora hace casi veinte años que Björk, Einar y los demás se autoeditaron su primer single. Birthday, ojo, que no cualquier canción: Birthday. En islandés, claro. Con ese plus de misterio e inextricabilidad, y esas erres arrastradas por la temblorosa voz de Björk.
Con este single no sólo se inició la carrera de The Sugarcubes y el estrellato universal de su cantante principal; también se abrió la veda para descubrir una sorprendentemente fecunda y consistente escena islandesa, efervescente como un geyser gracias a grupos de la talla de Múm, Trabant, Sigur Rós, Gus Gus, Ampop y tantos otros. Para celebrar este vigésimo aniversario -y siguiendo la moda de las reuniones para treintañeros y cuarentones nostálgicos, que somos los que aún compramos discos-, The Sugarcubes se reúnen por primera vez en catorce años para actuar en Reykjavik el próximo 17 de noviembre. Y a muchos, que no necesitamos motivos adicionales para desear un pasaje en Icelandair, nos gustaría ir pero no vamos a poder.

viernes, septiembre 15, 2006

Creo que fueron Papas Fritas quienes nos pasaron su maqueta, hará unos cinco o seis años ya. O quizá no. El caso es que durante una buena temporada no podía parar de escuchar la maqueta de un grupo de Austin, Texas, llamado SOUNDteam. Se la ponía a todo el mundo que pasaba por la oficina de primerospasitos, y me mantuve en contacto con ellos durante una temporada. Con el tiempo nos fueron mandando más cosas, pero no llegaban a engancharme como aquellas primeras canciones. Fueron pasando los meses, y los años, y perdimos el contacto.
Ahora han fichado por Capitol, y el lunes editan su primer single en Europa, coincidiendo con una gira por UK teloneando a The Walkmen. Lo que he oído de su disco me gusta, pero sigo pensando lo mismo que entonces: tengo que buscar esa maqueta, ¡necesito escucharla de nuevo!

miércoles, septiembre 13, 2006


Cuando me enteré de que Arab Strap se separaban, de inmediato recordé las palabras de Aidan Moffat en la entrevista que mantuve con él cuando salió su último disco, el disco del amor donde su grupo dejaba (algo) aparcado el cinismo que hasta entonces lo caracterizó.
Le pregunté si, después de diez años y seis discos, había pensado en el futuro del grupo a medio plazo. Moffat, simpático y bonachón, se rió con ganas y dijo: ¡no tengo ni idea! A menudo me lo pregunto, y me preocupa aburrir a la gente. El nuevo disco, con su final feliz, sería un muy buen final para nuestra historia. No quiero empezar a escribir nuevas canciones iguales a las anteriores y convertirme en un artista aburrido. He estado intentando escribir nuevas canciones que sean románticas sin caer en los clichés, y es muy difícil. Ya veremos. La gente a la que admiro, como Nick Cave o The Fall, sigue haciendo buenos discos después de veinte o treinta años, y de hecho el último de Nick Cave es el mejor que ha hecho nunca. Si tienen que pasar veinte años para llegar a hacer tu mejor disco, ¡entonces tendremos que seguir adelante! Y se rió con ganas de nuevo.
Finalmente, sin embargo, There is no ending es el paradójico título de la última canción del último disco de la carrera de Arab Strap. Para demostrar que no es cierto, que no existe el final de esta aventura ni muere aquí el último romance, el viernes sonará en mi programa. Con todos mis respetos y mi admiración.

martes, septiembre 12, 2006


Dos películas que quiero ver sin falta este otoño, como casi todo el mundo por otra parte. Son dos películas relacionadas de una manera u otra con Versalles: el origen del director de una, la razón de ser de la otra (y el origen del novio de la directora, también). Ambas con bandas sonoras que demuestran un buen gusto envidiable, además.
The Science of Sleep, de Michel Gondry, repleta de los sorprendentes y siempre imaginativos trucos visuales del director (como el de las manos enormes, que recupera de un video anterior que hizo para Foo Fighters). Una historia onírica -cómo no- en la línea de inocencia infantil de "Amélie", protagonizada por Gael García Bernal y Charlotte Gainsbourg (¿he hablado ya de su nuevo disco?).
Y Marie Antoinette, de Sofia Coppola, una visión personal del mundo de lujo y excesos previo a la Revolución en la corte francesa, de la cual me encanta el contraste entre las imágenes de época y la excelente y totalmente anacrónica banda sonora, compuesta de canciones de post-punk de los 80, Aphex Twin y una pequeña pieza barroquizante compuesta para la ocasión por ¡Phoenix!.

lunes, septiembre 11, 2006


Hoy es uno de esos días en que a uno le preguntan -sobre todo en las redacciones, donde la anécdota es el combustible que mueve la rueda del conocimiento- dónde estaba hace cinco años.
Yo aquí suelo escribir sobre música pero, como mi 11 de septiembre de 2001 tuvo su trasfondo musical, puedo contarlo y unirme a los cientos de miles de bloggers que piensan que su historia es más interesante que las del resto de la humanidad y que a alguien le interesará leerla. Ya me contaréis, si os apetece.
El 11 de septiembre de 2001, a la hora H, servidor estaba en Donosti comiendo con los chicos de Audience. Que, por cierto -y aprovecho para subir alguna información útil-, tienen nuevo disco grabado y listo para editar en los próximos meses. Durante la comida, alguien comentó que habían dicho por la radio que una avioneta se había estrellado contra un edificio en Nueva York. Creo que incluso dijeron que había sido contra el Empire State.
Cuando Gaizka y Hannot me dejaron en el aeropuerto, me llamó mi madre y me contó un poco más sobre la que había liado Al Qaeda. Me dijo que lo habían dado en directo por el telediario, como si hubiera sido una maniobra perfectamente orquestada para llegar al máximo número de gente en tiempo real (el sueño húmedo de un terrorista), y se preocupó, lógicamente, al saber que yo estaba a punto de coger un avión.
Ese fin de semana había pinchado en Etxekalte, y llevaba mi maleta de discos: un flightcase con capacidad para ochenta discos, una de esas maletas de DJ grandes, cuadradas y con remaches de acero en las esquinas. Una de esas esquinas está abollada por los malos tratos de algún maletero anterior, así que cuando había ocasión trataba de colarla en cabina, que nadie va a cuidar de mis discos mejor que yo.
No sé si habéis pasado alguna vez una maleta repleta de vinilos por el control de equipajes: no se ve absolutamente nada. Todo negro, negrísimo. Ahí estaba yo, con una caja que pesaba más de veinte kilos, cuyo contenido era una masa negra, compacta e indistinguible, dispuesto a subirme a un avión minutos después de que se desplomara la segunda torre. El guardia civil me preguntó: ¿qué lleva en la caja?; y yo respondí: discos de vinilo. Y seguí impasible mi camino hacia la puerta de embarque.
Una vez en Palma, me dispuse a asistir al concierto de Manu Chao en la plaza de toros, sin pasar por la casilla de salida. Dejé las maletas en el coche de un amigo, y nos fuimos directos al concierto. Recuerdo cómo, aquella noche, Manu Chao se mostró más humano que nunca, al no atreverse a decir nada sobre los acontecimientos del día ante un público cuya inmensa mayoría esperaba su veredicto, como el dictado del gurú del mundo alternativo que él nunca quiso ser.
No dijo nada, hizo su concierto y, al acabar, nos marchamos todos a casa, a poner la tele y a ver repetidas, una y otra vez, desde todos los ángulos posibles, las imágenes que cambiaron el mundo.

viernes, septiembre 01, 2006


La foto la he sacado del blog de Trailer. En el texto que iba debajo de la foto, Curro Viera (batería de este muy recomendable grupo mallorquín) escribía: hoy me siento mejor músico y peor persona.
Curro -que toca la batería muchísimo mejor que yo- se compró su primer metrónomo en los primeros días de agosto. El mismo modelo que yo, y la misma semana que yo. Y los dos, al comprarlo, tuvimos el mismo pensamiento. Una extraña mezcla de morbo, orgullo y culpa.