sábado, mayo 13, 2006


Esta semana ha trascendido (poco) una noticia de Associated Press, según la cual Universal Music Group ha tenido que pagar una multa de doce millones de dólares por maniobras en contra de la libre competencia. Por varios casos flagrantes de payola, vaya. Pero no sólo por sobornar a directores de programación con viajes, regalos y noches de hotel para que pinchen sus canciones-objetivo, sino también por entregar directamente dinero a las emisoras con tal intención.
Elliot Spitzer, fiscal general de Nueva York, ha justificado la condena diciendo que "los consumidores tienen derecho a no ser engañados sobre la manera en que se selecciona la música que escuchan en la radio". Y añade que "el pago-por-emisión es una burla de la idea general de que sólo la mejor música, o la más popular, es la que se programa para su emisión".
Me pregunto si este tipo de sentencias podrían ser aplicables a los casos de las radiofórmulas españolas, donde sólo suenan los artistas cuyas compañías pagan enormes sumas a la emisora. Pero, en el caso español, ¿debería multarse a la discográfica que paga porque no le queda otra, o a la emisora que exige el pago previo a la emisión?

4 Comments:

At 17:22, Blogger deniman said...

Interesante

 
At 02:06, Blogger Faramar said...

Acabo de descubrirte gracias a un amigo y la verdad es me parece interesante tu artículo.
Sin embargo para mí, te quedas en "espuma de la cerveza" del gran tema: discografica/radio versus artista. Me ha picado tanto, que he escrito un post en mi blog y te invito a que le eches un vistazo. A lo mejor te resulta curioso verlo desde otro punto de vista.
Un saludo ;-)

 
At 11:12, Blogger Raquel Márquez said...

Supongo que lo ideal sería que hubiera miles de emisoras con cierta audiencia y que cada una tuviera una política diferente... Si se pagara pero se dijera con normalidad no me parecería mal, el problema es el de siempre, los medios los controlan tres empresas contadas, y así no pueden surgir muchas opciones distintas, y todo se convierte en publicidad encubierta de los mismos cuatro empresarios, uff.

Otra cosa es los medios públicos, ahí sí que creo que en España, por lo que he visto, se infringe alevosamente el espíritu de las leyes y hasta de la Constitución (cuando no directamente la letra, que también, supongo) y parece que no se puede hacer nada; no recuerdo muchas sentencias ni dimisiones por temas de éstos...

 
At 22:45, Blogger Miguel B. Núñez said...

A la emisora, en mi opinión. Aunque es una pena que una discográfica no encuentre otras maneras de promocionar a sus bandas.

 

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