Hoy ha llegado el otoño a Berlín, así que nos vamos. Pero aún nos quedan unos diez días de vacaciones. Ayer vimos a Yeasayer en el Lido. Igual que la primera vez que les vi, en octubre pasado, por momentos me parecían buenísimos (cuando acertaban con el toque psicodélico en su folk futurista, entre Animal Collective y unos Vampire Weekend alucinados), y por momentos me aburrían soberanamente con sus desarrollos que no llevaban a ninguna parte. Eso cuando no me daba la risa: hay cosas de Pink Floyd y del peor rock progresivo que no es necesario recuperar. No si tienes veintipocos años. Cuando ya nos íbamos, a nuestro lado estaba el cantante de Voxtrot, que ya parece integradísimo en la ciudad.
Como ahora tengo un flamante iphone, os dejo una foto del concierto.
Anteayer estábamos en una barbacoa en Mauer Park, con los majísimos Nando y Silvia de Poti Poti y otro montón de gente amiga -incluidos algunos afortunados encuentros casuales-, cuando recibí un mensaje desde Madrid: sales en la portada de una revista coreana. No me lo creía hasta que llegué al hotel -esto de que haya wifi gratis en todas partes es una bendición- y me vi con esa cara de malote. Están locos, estos coreanos.