El último concierto que vi en Austin fue el de
Friends Of Dean Martinez en el Habana Calle 6, con
Micah P. Hinson tomando buena nota desde un lado del escenario. Antes había visto al ahora trío de Tucson en una entrañable fiesta semiprivada al otro lado de la autopista IH-35: frente a un público formado por familias, ancianos tatuados, niños descalzos y gente del barrio en general nos ofrecieron un breve aperitivo de lo que algunos veríamos unas horas más tarde en el centro; una música que ahora mismo sólo se me ocurre definir como post-country expansivo (¡toma!), con un ángulo en la frontera que comparten con
Calexico o
Howe Gelb, otro en el clasicismo americano (versiones del
Summertime de
Gershwin o el
Sleepwalker de
Santo & Johnny) y, estirando el triángulo hacia terrenos más experimentales, otro en las explosiones de sonido de
Mogwai,
Slowdive o incluso
Sigur Rós (¿suelto otro palabro que se me acaba de ocurrir? Vale:
Lapgazing; los tres -lapsteel, guitarra y batería- tocan sentados, concentradísimos en construir sus envolventes muros de sonido).
Al llegar a la fiesta de la tarde, donde tocaban muchos otros artistas durante todo el día aprovechando su estancia en Austin (¡entre ellos Miss
Pamela Des Barres!), le pregunté a un hombre que parecía formar parte de la organización:
Do you know if the Friends Of Dean Martinez are already here? El hombre se encogió de hombros, sacudió la cabeza como disculpándose, y me dijo:
I don't know, I don't even know him!.