lunes, septiembre 29, 2003

He dado comienzo al otoño con la firme intención de mantener este blog actualizado con regularidad, a ver hasta dónde me aguanta la voluntad. Nunca he sido una persona disciplinada, y todavía no me he puesto en marcha para comprarme mi nuevo ordenador, el que debería sacarme de todos los problemas informáticos mortales, pero espero cumplir con esa promesa. Por lo menos ya recuerdo mi password para entrar en blogger. Lo reconozco, se me había olvidado.
La promesa que no voy a cumplir es la de subir aquí la entrevista con Lolo Rico, hace ya demasiado tiempo y me da vergüenza insistir. Pero abundando en el mismo tema, estoy disfrutando mucho con la lectura del libro "Alaska y otras historias de la movida" (debolsillo), escrito por Rafa Cervera. No esperaba algo tan ligero de Rafa Cervera, supongo que porque las últimas referencias suyas que tengo (aparte de las críticas de discos en el Tentaciones y alguna metedura de pata en las presentaciones de los Conciertos de Radio 3) son los típicos tochos del Ruta 66, lo que me recuerda que hace años que no leo el Ruta y no sé por qué. A cambio, sigo tragándome artículos insulsos y sin sangre en ese montón de revistas gratuitas con fotos maravillosas y diseño super cool. Será porque estoy tieso y no puedo hacer muchos malabarismos con mi dinero, o porque -probablemente porque- ya recibo bastante información a través de internet como para ponerme a comprar más revistas.
Hoy me ha llamado Marcos, mi editor en El Mundo, y antes de colgar me ha dicho que mis artículos semanales gustan mucho a todo el mundo -a todo El Mundo- en la redacción. Es reconfortante recibir este tipo de feedback de tus empleadores, teniendo en cuenta que no paso nunca por la redacción ni suelo tener mucho contacto con ellos (bendito email). Además, todo parece indicar que en un par de semanas recupero el programa de radio que interrumpimos por el verano y que corría peligro ante los cambios políticos en la dirección de la emisora.
Lo dicho, espero volver pronto por aquí. Una vez roto el hielo, la verdad es que estoy a gusto.