viernes, noviembre 20, 2009

Ya empieza a ser una tradición: cada año por estas fechas dedico alguna pequeña puya a las listas de lo mejor del año. No porque no me parezca bien que existan, aunque me dan un poco igual (quizá este año menos, porque estoy convencido de que Cohete van a salir muy bien parados y eso siempre da un nuevo empujón a la carrera de un grupo), sino porque me molesta esa manía de decidir qué ha sido lo mejor del año dos meses antes de que se haya acabado. ¿Y si sale un disco que nos cambia la vida a mediados de diciembre? ¿Ya no merece ocupar ese lugar privilegiado que lo aúpa al canon de los discos-que-marcaron-el-momento?
A todo esto, para mí 2009 es sin duda el año de The xx. Y no lo digo influido por el hype de los últimos meses, ni siquiera por las razones (más que convincentes) que esgrime su disco de debut. Llevo enganchado al que fue su primer single, "Crystalised", desde el mes de abril, cuando eran poco más que una promesa que empezaba a despuntar. El disco largo lo que hizo fue confirmar lo que se intuía tras esa canción maravillosa. Ahí hay grupo, hay sonido y hay canciones. Todo junto es una maravilla.
Pero me estoy desviando. El tema era lo incongruente de las listas de final de año que se deciden dos meses antes de que éste acabe. Y este año es aún peor: ¡también se hacen listas con los mejores discos de la década! Dejando de lado el posible error de cálculo (la década se acaba en realidad a finales de 2010, ¿no?), quien más quien menos se ve afectado por la fiebre recapituladora que nos lleva a empaquetar el pasado reciente para poder seguir mirando hacia el futuro con la sensación de que lo dejamos todo "atado y bien atado" (dejo ahí mi pequeño homenaje al responsable principal de nuestro actual sistema socioeconómico en esta fecha tan señalada).
Hoy, un amigo y colega me ha enviado una encuesta para la página web en la que trabaja, con algunas preguntas sobre la década que (supuestamente, repito) dejamos atrás en poco más de un mes. Como me conozco, cuando tengo ese tipo de peticiones no me queda más remedio que rechazarlas o contestarlas inmediatamente, para que no se queden eternamente en mi buzón de entrada. Hoy he optado por la segunda solución, y en cinco minutos he mandado un par de respuestas. Seguro que me dejo miles de cosas tan obvias como trascendentales, pero mira, esto es lo que pienso así, a bote pronto, sobre la década pasada.

¿Qué crees que merece ser recordado de esta década?
La caída de las Torres Gemelas inauguró el siglo XXI. Lo más destacado del mismo es la expansión de internet y el primer presidente negro en Estados Unidos. Las dos cosas parecen milagros, vivimos en el futuro.

¿Cuáles crees que son los acontecimientos que han marcado (musicalmente) esta década?
Las descargas, el intercambio de archivos y la web 2.0 han cambiado radicalmente la forma de consumir la música y también de distribuirla, promocionarla, compartirla.

¿Qué personalidades crees que han sido determinantes en el mundo de la música durante esta década?
Animal Collective. Se han inventado un nuevo género al que ni siquiera sabemos ponerle nombre, pero que ha generado un sinfín de secuelas, imitadores y gente que avanza por caminos que ellos van abriendo.
Ryan Schreiber (de Pitchfork): su página se ha convertido en el lugar de referencia a nivel mundial (en algunos casos para mal, pero la influencia es indudable).

¿Qué discos de esta década crees que escucharás dentro de 10 años?
¡Pues no tengo ni idea! Pero seguro que bastantes. Escucho mucha música de todas las épocas, no hay ninguna década que no tenga discos aprovechables.

¿Qué es lo peor que le ha ocurrido a la música durante esta década?
Supongo que la lentitud de la industria en reaccionar ante los cambios y su persistencia en tratar de ponerle puertas al campo.
También la estandarización (y consiguiente pérdida de personalidad y de interés) de gran parte de lo que ahora se conoce como "indie".

5 Comments:

At 20:05, Blogger Carolina Pataleta said...

Al margen de que nos parezca una chorrada, está claro que el tema "listas de" es super-influyente. Porque ya no es que pudiera salir un disco en Diciembre que lo descoloque todo; lo que está pasando es que la gente intenta sacar el disco antes de Octubre ¡para tener opción a entrar en las listas!
El mundo al revés, te lo digo yo.

 
At 18:30, Anonymous Anónimo said...

the XX!! al primavera !! bravooo

 
At 02:52, Anonymous Conejo said...

¿Qué es lo peor que le ha ocurrido a la música durante esta década?

Operación Triunfo/American Idol/Britain's got a talent y su estandarización del ñoñismo musical y emocional. Para los que pensábamos que la ponzoñización de la música popular creada por los 40 Principales y similares no podía ampliarse aún más.

 
At 14:14, Anonymous Anónimo said...

Ya que te pones político, yo creo más bien que el siglo XXI se inaugura en 1999 con la primera victoria de Chávez.

Ni soy chavista ni detractor, pero tiene mérito lograr implicar en el proceso político a millones de excluidos (los que viven en los barrios marginales de allí) . Lo mismo Evo Morales, Rafael Correa y compañía. Es un cambio serio que, a diferencia del siglo XX, ahora la izquierda de sudamérica confíe en las urnas en vez de las armas para llegar al poder (y además ganan en cuatro de cada cinco elecciones). En el monte ya sólo quedan las FARC y no son muy de izquierdas que digamos.

Lo de Obama, no sé, creo que lo histórico hubiera sido un presidente más a la izquierda, como el candidato John Edwards, que empezó la campaña en Nueva Orleans y tenía un programa de verdadero cambio. Obama hará las cosas mejor o peor dependiendo de que los movimientos sociales a su izquierda le presionen más o menos. La entrevista que Viçenc Navarro le hizo a Noam Chomsky sobre Obama aclara bastantes cosas (lo editó Anagrama este año en formato librito). Saludos.

 
At 16:13, Blogger joan said...

creo que una victoria de Edwards hubiese sido más de ciencia-ficción aún que lo del presidente negro.
en todo caso, para que haya una verdadera política de izquierdas en EE.UU. (y, ya puestos, en España) debería haber antes una revolución (violenta o no) o un hundimiento absoluto de la economía que hiciera la situación insostenible para las clases medias y las convirtiese en minoría.
no deseo que ocurra ninguna de las dos cosas: aunque creo que a largo plazo sería beneficioso para la población, en el día a día provocaría mucho sufrimiento para la gente a la que quiero.
tal y como están las cosas, ya me parece increíble lo de obama, yo me alegro mucho por los americanos.

 

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