sábado, septiembre 19, 2009

Vamos hilando las entradas de este blog: los comentarios de la entrada anterior acaban provocando una nueva actualización. El comentario de Luis J. Menéndez en la entrada anterior era básicamente un enlace que enviaba a su blog en el Mondosonoro, en el que intentaba refutar los argumentos esgrimidos aquí sobre si la prensa musical española ha perdido o no el tren de la actualidad y el rigor frente a la inmediatez de los blogs e internet.
Esa reacción demuestra una cosa: como decía hace poco Diego A. Manrique, la posibilidad que tiene el público en general de opinar en internet ha expuesto al crítico a un riesgo que hasta ahora no contemplaba, el de ser criticado. Y la verdad es que lo llevan bastante mal.
Los que se han dedicado durante años a juzgar el trabajo de otros, a menudo con gran ligereza y sin preparación, se exponen ahora a que su trabajo sea analizado con lupa y juzgado a su vez, justa o injustamente, de manera constructiva o con crueldad y sin contemplaciones. Ya pueden haberse currado muchísimo una crítica o una opinión, que en cualquier momento llega un comentario en internet que se lo carga de un plumazo y lo deja a la altura del betún. Lo extraño es que ellos, que más de una vez en su vida habrán hecho exactamente lo mismo (cargarse el trabajo de alguien sin reflexión previa), no aceptan de buen grado esa posibilidad, la de que alguien piense que su trabajo no vale nada y lo airee a los cuatro vientos. Pero a todo se acostumbra uno, lo digo por experiencia.

6 Comments:

At 09:39, Blogger La Noche Inventada said...

Uuuuups, golpe bajo!

Entonces ¿me estás diciendo que por mi condición profesional de periodista muscal no puedo debatir sobre cómo se hacen las cosas en la prensa musical española o sobre la suestión esa de si el single o el lp, so pena de que me señalen con el dedo como un "picao"? Osea, que todo eso de la conversación y el intercambio de opiniones yo me lo tengo que perder... ¡Vaya! Con lo que a mí me gusta...

Sobre lo de Manrique, cierto es que internet ha elevado el número de "opinadores" y a más opinadores más hostias. Pero también es cierto, y tú Joan lo sabrás bien, que la "profesión" (vaya chiste) de crítico musical nunca ha despertado muchas simpatías y bien pocas adhesiones en España (que no en el mundo anglosajón). Igual ahora hay más feedback, pero la carta de un lector indignado poniéndonos a caldo siempre ha sido un clásico. Así que en ese sentido te aseguro que mi autoestima hace tiempo que está preparada para un universo digamos que "hostil". Otra cosa, repito, es que de vez en cuando me interese entrar en debate y contradecir algunas de las nuevas verdades absolutas del mundo internáutico, como que el crítico musical español (gremio del que, recuerdo, tú también formas parte) es un inutil indocumentado, desapasionado y que está ahí por no sé qué motivos ocultos (porque ahora ya ni siquiera porque te regalen discos).

 
At 11:31, Anonymous prototipos said...

Ahora empiezan a vislumbrar la biga en sus ojos....

 
At 13:02, Blogger joan said...

Bueno, no pretendía ser un golpe bajo, no te lo tomes a mal que no es mi intención.
Por supuesto que pienso que puedes participar en la conversación, pero es que precisamente eso que te molesta (que te señalen con el dedo) es a lo que me refiero: los críticos no están acostumbrados a ser ellos los señalados con el dedo. Justa o injustamente. ¿Quizás es injusto señalarte con el dedo (que, insisto, no era mi intención: lo que quiero hacer notar es a un nivel muy general)? Pues quizás. ¿Y qué? ¿No has visto tú miles de críticas injustas que señalan con el dedo a un grupo y destrozan su trabajo? ¿No son esas críticas a veces injustas o ligeras? Pues eso, a eso es a lo que tienen (tenemos, como bien apuntas) que acostumbrarse ahora los críticos. Que, por cierto y vista tu llamada al corporativismo, no son todos unos indocumentados ni unos inútiles desapasionados, Dios me libre de pensar eso.
En cuanto a la capacidad de aguantar las críticas, no me sirve el ejemplo de la carta del lector indignado: eso se queda en la privacidad de la redacción. Lo que duele de verdad es la publicidad de esa crítica, la consciencia de que la va a leer mucha gente que puede acabar formándose una opinión sobre uno en base a ese juicio.
Pero te diré otra cosa, una vez más por experiencia: las únicas críticas que duelen, al final, son las que tienen razón.

 
At 13:31, Blogger La Noche Inventada said...

En general, al crítico musical no se le señala con el dedo porque no va en su sueldo. Quiero decir, que es lógico que Risto Mejide reciba un montón de palos porque está muy expuesto como figura pública. El crítico de El País o los locutores de Radio 3, también, aunque bastante menos (y en el terreno del cine ahí está la polémica con Boyero para probarlo), y el de una revista especializada bastante poco, porque la exposición y trascendencia de esa crítica va a ser mucho más limitada y va a llegar sólo a determinados círculos (éste, por ejemplo). Además, por desgracia el profesionalismo, al igual que en la mayor parte de sectores de la música indie empezando por los grupos, brilla por su ausencia porque la pela escasea.

Lo de que las cartas no trascienden no cuela: la sección de cartas de RDL es un clásico en que los lectores llevan 25 años poniendo a caldo la revista.Y tiene bastantes más lectores que este mismo blog.

Respecto a los grupos destrozados por una mala crítica, eso da para otra discusión, porque precisamente unos de los males conocidos de la crítica musical española es nuestra condescendencia con el producto nacional, algo que no sé si ha ayudado a levantar el nivel aquí o más bien todo lo contrario...

 
At 14:18, Anonymous seven eleven said...

¿Biga?¿He leido biga?

 
At 18:14, Blogger ajea said...

Me quedo con la frase final.
La 2.0 tiene esas cosas, todo el mundo tiene potestad para opinar de todo. El tertulianismo en su máxima expresión.

Las críticas razonadas hasta incitan a la mejora. Las de fan, obviamente no. LAs generalizaciones son peligrosas en todos los campos, tb en este...

 

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