Esta noche tocan los Silver Apples en Madrid, pasado mañana en Barcelona. No voy a poder ir a ninguno de los dos conciertos, pero por lo menos ayer publiqué en el periódico un artículo sobre ellos. Por falta de espacio no pude incluir en el artículo una anécdota buenísima sobre el día en el que tocaron en directo en Central Park mientras por las pantallas la gente veía a Neil Armstrong en directo pisando la Luna.
Además, en esta jornada de reflexión -y teniendo en cuenta que tampoco puedo ir a ver a Triángulo de Amor Bizarro cantando "El fantasma de la transición" esta noche en Palma-, me parece una historia muy edificante.
Allá va. En declaraciones al siempre estupendo fanzine/revista Ptolemaic Terrascope, Simeon Coxe lo contaba así: "el alcalde de Nueva York, John Lindsay, declaró un día de fiesta para que todos los neoyorquinos viesen a los astronautas del Apolo 11 aterrizando en la Luna. Encargó unas pantallas enormes de televisión y un porche cubierto para los músicos. Declaró a los Silver Apples como "el sonido de Nueva York", y nos encargó componer una pieza para que la interpretásemos justo antes de que llegasen a la Luna. Escribí una pieza llamada 'Mune Toon'.
El lanzamiento del cohete se inició sin problemas, pero mientras se aproximaba a la superficie de la Luna empezó a llover a cántaros en Nueva York. Nosotros estábamos al menos cubiertos por el porche, más de lo que puedo decir sobre los miles de personas con parkas o paraguas o periódicos por todo el parque, pero aun así caía bastante agua sobre el escenario y sobre los enchufes.
Cuando Neil Armstrong empezó a descender sobre la superficie lunar, Danny y yo nos dejamos llevar por la emoción del momento y empezamos a tocar 'Mune Toon'. Yo recibía descargas eléctricas cada vez que tocaba el instrumento, pero nada parecía demasiado amenazante así que seguimos adelante. Sabía que tocar el micrófono era una descarga segura, pero había una conexión entre la plataforma de bajos y los osciladores de la parte alta del instrumento. Mantuve todo el tiempo mis manos sobre los osciladores porque me di cuenta de que cuando los soltaba y luego volvía a tocarlos era cuando me daban descargas. De manera que durante todo 'Mune Toon' tenía esa sensación entre sexy y amenazante recorriéndome el cuerpo, y canté con todas mis fuerzas mientras Armstrong pisaba la luna y el ser humano entraba en una nueva era y miles de personas lloraban de felicidad, calados hasta los huesos, cantando y abrazándose entre ellos.
Pues bien, justo cuando pensó que se le presentaba el mejor momento para el espectáculo político, el alcalde Lindsay cogió el micrófono para decir algo profundo y juro que vi cómo sus orejas se iluminaban. Fue su bautismo en el mundo de la música electrónica. Su pelo parecía el de la novia de Frankenstein".
4 Comments:
Hola Joan! Qué buena la anécdota. Yo estuve el otro día viendo a Silver Apples, es decir, a a Simeon, y a pesar de esa cosa que te da cuando piensas que estás viendo algo legendario, pues como que lo vi algo pobre. Realmente a Silver Apples le falta un 50% muy muy gordo, te das cuenta de hasta que punto la batería de Danny Taylor tenía peso en su música (y eso que la batería siempre se ningunea mucho).
Pero Joan!!! ¡Ese tendría que haber sido el artículo! Título: La banda sonora de Neil Armstrong... Arggghh
elena: aunque estoy de acuerdo en la enorme importancia de danny taylor en el sonido del grupo, he visto vídeos en youtube que me daban muy buena impresión del momento actual de simeon, no le veo nada acomodado.
jesús miguel: ¡lo sé, pero no cabía! tuve que decidir si prefería meter una anécdota (muy larga) o hablar del grupo, y opté por lo segundo. las anécdotas ya las incluyo aquí, que se está convirtiendo esto en un anecdotario y poco más.
Por cierto. fui a ver a silver apples y a mí, que no les conocía, me encantó. Estaba en segunda fila y hubo momentos en que flipé.
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