lunes, mayo 07, 2007

El concierto en Durango fue bonito, con el público sentado en mesas y sillas y un ambiente relajado. Pero cuando Howe pisaba el pedal de distorsión, saltaban chispas y la gente se revolvía en las sillas con ganas de levantarse. El sábado, en la sala Capitol de Santiago (una de las mejores salas de conciertos que hay en España), el concierto ya fue fabuloso: el coro brillaba con luz propia, transmitiendo alegría, y la banda, con Howe Gelb al frente, pasaba de los números más contundentes a los momentos más reposados con facilidad, con intensidad y con un gusto exquisito. Uno de los momentos más emocionantes fue la interpretación de Spiral, un favorito personal con Howe al piano que recuerda siempre al Lou Reed de Berlin. En solitario
gana en intimismo, pero con el apoyo de las voces negras del coro ponía la carne de gallina.
No os perdáis si podéis los conciertos que quedan de la gira, estos conciertos son espectacularmente buenos.

1 Comments:

At 16:33, Anonymous Anónimo said...

De les que jo he vist, Capitol és la millor sala, sense cap dubte.
Jaume Gost.

 

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