jueves, julio 21, 2005

13 de Julio por la noche en Versalles. Desde la bañera de la buhardilla de Nicolas se ve el Château. Esta noche tiene un sabor diferente aquí que en Bastille, por supuesto. Allí, la plebe se dispone a celebrar la sublevación con un concierto neo-tropicalista a cargo de dos sexagenarios, Gilberto Gil y Caetano Veloso. Aquí, la decadencia del ancien régime se vive de otra manera. La tan extendida horterada de los fuegos artificiales con música clásica a todo volumen alcanza en Versalles un nuevo e inquietante significado. Es la última noche antes del cataclismo, la última gran fiesta cortesana.
Por una perversa coincidencia del destino, estoy leyendo Alice's Adventures in Wonderland. Antes de que me alcance el sueño, la Reina de Corazones entra en plena borrachera de poder irracional y soluciona cualquier pequeño problema o disputa con su clásico Off with their heads! (¡que les coooorten la cabeza!). Con una enorme sonrisa cierro el libro, me quito las gafas y me dispongo a dormir.
-----------------------------------------------
14 de Julio, día de la toma de la Bastilla, fiesta nacional en Francia. Hemos conducido durante horas hasta Murol, un pequeño y precioso pueblo en l'Auvergne, en el centro del hexágono. Domina el pueblo una colina, y sobre ella se yergue un castillo que parece esculpido en la piedra. Por la noche, un desfile de sans-culottes baja del castillo hacia el pueblo con antorchas y tambores. La gente los jalea al pasar, y más de uno grita: Vive la liberté! Pero lo mejor de todo es ver a un padre de familia gritando: Vive la Révolution! Brindamos todos por la revolución, por todas las revoluciones, con vino Saint-Pourçain bien fresquito. ¡Que vivan!