martes, septiembre 07, 2004

En 1985, el periódico francés Libération hizo una encuesta a 400 escritores de todo el mundo. La pregunta era sencilla, pensada para afinar el ingenio de los encuestados: ¿Por qué escribe?.
De las respuestas seleccionadas por Mario Benedetti en su libro "La Realidad y la Palabra", me quedo con la vanidosa de Gabriel García Márquez: escribo para que mis amigos me quieran más (matizando la cita original de Federico García Lorca, más sincera y descarnada: escribo para que me quieran); y con la desmitificación y el pragmatismo de William Faulkner: escribo para ganarme la vida.
Meditando sobre ello -y a pesar de que yo no escribo ficción ni pretendo ponerme a la altura monstruosa de los maestros mencionados-, he encontrado mi propia motivación, tan obvia que me parece increíble que no esté en la lista.
Escribo porque me gusta leer.