Esta crítica saldrá en el próximo número de la revista D-P.
Otro día colgaré algunas otras relacionadas. Siempre olvido que hay cosas que escribo y publico que debería colgar aquí.
Kiko Amat – “El día que me vaya no se lo diré a nadie” (Anagrama).
Según la sucinta biografía de la contraportada, Kiko Amat “vive en Barcelona, pasea en Vespa y elude magistralmente todas sus responsabilidades”. No se me ocurre mejor definición -especialmente esa última frase, que dice tanto en tan poco espacio- para describir esa etapa de la vida en la que el mundo real te mira torvo y desafiante, mientras aplicas una nueva botella de suero a los mitos de tu adolescencia. “El día que me vaya...” va de eso, de mitos, y de libros y canciones capaces de cambiarte la vida. El protagonista, Julián, prepara con cariño una cinta para la chica de la que se acaba de enamorar: “encuentra el disco que estaba buscando en el sitio totalmente incorrecto y se acerca al plato otra vez. Se pregunta si a ella le gustará la cinta, a lo que se responde que seguro, y se pregunta si ella entenderá cómo esos discos le han enseñado a vivir, le han hecho llorar, le han hecho bailar, le han hecho sentirse fuerte y le han ayudado cuando estaba triste. Nada en su vida puede explicarse sin esos discos. Todos esos discos le han salvado la vida, por decirlo de alguna manera. Un dos tres salvado por todos. Julián sonríe y baja la aguja”.
Sí, este libro es nuestro “Alta Fidelidad” de andar por casa, y Amat, que esparce sus siempre brillantes comentarios por varias revistas musicales patrias, es nuestro Nick Hornby con flequillo. Nostalgia, desencanto, rabia y unas ganas irreprimibles de escapar, adonde sea pero lejos, de la angustia y el aburrimiento de lo que el resto del mundo considera una vida normal. ¿Dónde puedes encontrar mejor refugio que en los libros y los discos? “El día que me vaya...” es uno de esos refugios, un libro que quizá no cambiará ninguna vida, pero que sí deja claro cómo esos libros y esos discos que se amontonan desordenados en casa de Julián -que son los mismos que hay, seguro, en casa del autor- cambiaron un día para siempre la vida de Amat, y le llevaron a escribir este libro, en el que una historia de amor rebelde e inconformista, sencilla y enternecedora, cuenta con una banda sonora de lujo: Dexy’s, Style Council, Dennis Alcapone, McCarthy, De La Soul, Comet Gain, David Axelrod. Mira qué te digo, me encantaría que algún día Kiko Amat me grabara una cinta.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home