¿Qué mola más para un viernes por la noche, antes de salir? ¿El pop saltarín del single de los debutantes Voxtrot (conocidos gracias a un blog isleño), o el rock musculoso del último disco del veterano Julian Cope? Mientras me decido, copio y pego un fragmento del artículo de hoy en El Mundo:

- Ayer se cumplieron veinticinco años de la muerte de John Lennon, y todo el mundo -sin excepción- se dedicó a glosar su figura. Una figura capital en el mundo de la música y la cultura moderna, en eso estamos todos de acuerdo. Y ahí es adonde quiero llegar hoy. Incluso el suplemento El Cultural de este mismo periódico (cuyo reducido espacio para la música suele tratar sólo de música clásica) dedicó una página a la efeméride. ¿Significa eso que a partir de ahora se tratará a la música pop con el respeto y el rigor que se merece? Ni hablar. Por lo visto ayer, sigue vigente esa estupidez que dice que los Beatles son «la música clásica del siglo XX», como si ambas cosas fueran comparables sin caer en un espantoso ridículo. El tocino es la velocidad del siglo XX, digo yo. Ahora aplaudan, si quieren (los de los asientos caros pueden sacudir sus joyas).